Entender o ubicar a los ambientes de aprendizaje desde la interdisciplinariedad, complejiza las interpretaciones que sobre este tema pueden erigirse, posibilita nuevos enfoques de estudio, brinda nuevas unidades de análisis para el tratamiento de problemas educativos y ofrece un marco conceptual con el cual comprender mejor el fenómeno educativo, y de ahí poder intervenirlo con mayor pertinencia, partiendo de
los planteamientos de la re ingeniería educativa, no se trata de cambiarlo todo, sino de “intervenir, retomar, replantear” considerando lo que funciona y cambiando lo que obstaculiza. En la actualidad la escuela ha perdido presencia en la formación y educación de los jóvenes, ya no digamos en la humanización. Tenemos que reconocer que hoy en día la escuela no es la única entidad “que educa” o “forma” a los estudiantes puesto que cohabita con otras instancias comunitarias y culturales que contribuyen a ello, como los grupos urbanos de pares y los medios tecnológicos y de comunicación que, debemos reconocer, son un atractivo permanente lleno de misterios y magia para los dicentes.
Las grandes transformaciones de la educación en los últimos años, presuponen el establecimiento de nuevas modalidades y estrategias de formación y socialización en el aula, dirigiendo la atención a problemas asociados con la exclusión, los conflictos socio-educativo, el desarrollo humano de los sujetos y las comunidades, la comprensión, la reflexión, la formación para la vida, el aprendizaje generativo, el desarrollo de competencias, sin embargo, como mencionaba en la sección anterior, esta direccionalidad que se le ha dado a la escuela no ha redituado resultados notables.